ROV (Remotly operated vehicule)
Este ROV puede bajar 1.500 mts de profundidad, tiene cuatro propulsores para controlar la dirección y está provisto de un sensor electromagnético para ubicar con gran exactitud cables enterrados en el lecho marino, además tiene cámaras de video y brazos mecánicos para poder manipular objetos.
Plough.
Es un instrumento de 28 toneladas que es arrastrado por el buque, y que realiza una zanja de 1.0m a 1.80m de profundidad, en donde se va instalando el cable de fibra óptica. Las corrientes marinas, después se encargarán de cubrir el cable.
Es sistema hidráulico del arado es controlado a distancia para variar su ángulo de ataque y así determinar la profundad a la cual escava.
El arado está provisto de cámaras de video para ver si el cable queda correctamente enterrado y sonar para detectar obstáculos.
La motonave R/V Ile de Sein tiene la capacidad de portar aproximadaente 10.000 km de cable que es almacenado en dos tanques circulares. Esté número cambia dependiendo del grosor del cable que es utilizado.
Por cada 100 km de cable instalado, es necesario colocar repetidores que amplifican la señal óptica mediante impulsos de láser. En el buque hay un laboratorio denominado cuarto de ensamble, en donde se arman los repetidores cada vez que es necesario.
La M/N Ile de Sein es un buque denominado comúnmente como cablero, cuya principal característica es la de contar con bodegas especializadas para portar e instalar miles de kilómetros de cable de fibra óptica, así como sistemas de posicionamiento dinámico que le dan gran capacidad de control a la nave.
Cuenta además con laboratorios para ensamblaje y reparación del cable, así como con unas cubiertas para llevar y manejar arados submarinos y ROVs (Remotely Operated Vehicles).
Embarcación Ile de Sein. Bandera Francesa. buque para tendido de cable. REGISTRO Marsella.
Cuando se inicia el tendido del cabel, este se posiciona en la línea de costa, donde se conectará a la terminal de comunicaciones.
Para esto se emplea una embarcación pequeña que arrastra el cable hasta la costa. El cable es sostenido por numerosas boyas (+/- 200) que impiden que el cable se hunda y pueda ser transportado desde la superficie.
Una vez que el cable llega a playa, buzos autonomos se encargan de liberar las boyas y el cable va cayendo lentamente en el lecho marino. Una vez que el buque parta a instalar el cable en el resto de la ruta, los buzos tendrán que enterrar el cable de este segmento (aproximadamente 3 km) hasta una profundidad de al menos un metro cincuenta centímetros (1.50m) en el lecho marino para impedir que embarcaciones lo puedan dañar.
